coctelera digital

11/06/2020

Guía básica SEO para principiantes

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El crecimiento de Internet y de las nuevas tecnologías ha generado un nuevo escenario de competencia entre los usuarios y las compañías. El denominado SEO o tráfico orgánico, es decir, el que viene de buscadores, genera un gran número de conversiones o ventas de los productos que ofrecen las empresas. Por esta razón, aparecer en las primeras posiciones de los resultados de Google tiene un premio realmente apetecible para cada uno de los sitios web de un sector.

¿Qué es el Posicionamiento Web?

El SEO es una palabra del inglés «Search Engine Optimization», que traducida al español significa «optimización de motor de búsqueda». Consiste en el proceso de intentar mejorar nuestro sitio web para que aparezca en los primeros puestos de cualquier búsqueda. Nunca hay que confundirla con el SEM, que es otra de las principales acciones de marketing digital de muchas empresas.

A buen seguro, cuando realizas una búsqueda en Google te habrás fijado en que aparecen hasta tres resultados señalados como anuncio. Eso es el denominado SEM, que no es más que invertir una cantidad de dinero por unas palabras clave determinadas. Es ideal cuando buscamos una conversión rápida, sobre todo, en esos momentos del año en los que nuestro producto es muy buscado. En cambio, en posicionamiento no se invierte ni un céntimo en la búsqueda en sí, aunque obviamente se puede invertir dinero para mejorar el sitio web.

Factores que Google valora para posicionar

Actualmente, podemos encontrar más de 200 factores diferentes que la empresa creada por Larry Page y Sergey Brin tiene en cuenta. El algoritmo de Google se encuentra en constante evolución y, por tanto, en caso de querer posicionar un sitio web deberemos estar pendientes de todos los cambios que se puedan producir en el tiempo.

En los últimos años, uno de los principales retos de la compañía norteamericana ha sido ofrecer un algoritmo cada vez más humano, que piense como nosotros y que se aleje del robot que siempre ha sido. Google trabaja como si fuera una araña y analiza cada parte de nuestro sitio web.

En líneas generales, lo primero a lo que debemos atender es a si la web funciona. ¿Parece una tontería, no? La elección del servidor que almacenará nuestra página es una de las primeras decisiones importantes. Una web que cae constantemente tendrá menos posibilidades que una que funciona correctamente. La arquitectura del sitio también tiene una enorme importancia, especialmente en la velocidad de carga. Por ello, optimizar la web, utilizar imágenes de tamaño pequeño y no cargarla demasiada de plugins también será otro factor que Google puede tener en cuenta.

Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, esta circunstancia está cayendo a un segundo plano en favor del trato humano que quiere ofrecer el algoritmo de Google. En este sentido, ofrecer un contenido de calidad, que reciba visitas tanto en la página web como desde redes sociales y sitios de calidad que enlacen nuestro contenido serán puntos a nuestro favor. También se nos valorará positivamente que los usuarios que entran a nuestro sitio web procedentes de una página de búsquedas encuentren aquello que están buscando.

Si, por el contrario, ofrecemos un contenido duplicado, con faltas de ortografía y de gramática y que no se relacione con lo que ofrecemos normalmente, significará una fuerte penalización.

SEO OnPage y OffPage: ¿Qué es?

Existen diferentes tipos de SEO que debemos tener en cuenta a la hora de planificar nuestras acciones para nuestra página web. Por un lado, hablamos del OnPage. Es todo lo que se puede optimizar dentro del sitio web para mejorar el posicionamiento de búsqueda o el Page Rank. Abarca acciones como el contenido que ofrecemos, la arquitectura del sitio web o el servidor o host en el que almacenamos toda la información, entre otros. El linkbuilding interno, del que hablaremos más tarde, también sería otra posibilidad.

Por otro lado, el OffPage son todas las acciones que podemos realizar desde sitios totalmente externos a nuestra página web, aunque nuestro objetivo sigue siendo intentar posicionar lo mismo que en el OnPage.

En este sentido, es importante la cantidad de enlaces que recibamos como la calidad del mismo. Por ejemplo, no es lo mismo ser enlazado por Wikipedia, que es considerada una fuente importante por Google debido a la cantidad de tráfico que recibe, que, por ejemplo, ser enlazado por una página web que apenas recibe visitas y que tiene una muy mala consideración por el buscador. De hecho, en este caso hasta puede perjudicarnos, por lo que debemos estar atentos a esta circunstancia e informar a Google ante un enlace problemático.

Redactar para Google

Google es nuestro amigo y, en ese caso, debemos seguir sus indicaciones. El contenido debe ser de calidad, sin duplicaciones, documentado y bien redactado. Sin embargo, cuando se hace una búsqueda en Google utilizamos unos términos determinados en función de lo que queremos encontrar. Casi como si estuviéramos preguntando algo a alguien esperando obtener una respuesta. En función de las palabras que utiliza el usuario, el buscador ofrece unos resultados u otros.

Por esta razón, nuestro contenido debe estar alineado con los términos que utilizan los usuarios que están buscando. Debemos ser capaces de ponernos en la piel de nuestro público objetivo e intentar pensar qué buscaríamos nosotros si quisiéramos encontrar lo que ofrecemos. Estas son las denominadas palabras clave, que además de aparecer en los contenidos que ofrezcamos, también debemos ser capaces de ubicarlas en lugares estratégicos.

Títulos, metadescription y URLs

Empecemos por los títulos, una de las claves para mejorar nuestro posicionamiento. Debe aparecer la palabra clave, redactada con sentido, pero además debe estar escrito de forma clara y directa para que el usuario sepa de lo que estamos hablando. Este nunca puede superar los 70 caracteres, que es el máximo que ofrece Google. En caso de superar dicha longitud, el buscador lo cortará y nos quedaremos sin las palabras extra.

La keyword o palabra clave, además, tiene que estar cuanto más al inicio mejor, pero siempre sin forzarla, ya que en caso contrario corremos el riesgo de crear confusión en el usuario. Si quieres separar términos importantes de otros, usa símbolos como guiones o barras.

Esta palabra clave, al mismo tiempo, debe aparecer en el primer párrafo del texto y usar algún título H2 o H3 (los denominados intertítulos) utilizando también esta palabra clave. Sin embargo, hay que andarse con ojo. No debemos forzar el uso de esta misma palabra, puesto que la densidad respecto al tamaño total de palabras usadas en el texto también puede jugar en nuestra contra. A Google le encantan los sinónimos y, por esa razón, se recomienda el uso de términos parecidos que tengan el mismo significado para ofrecer una mayor riqueza léxica en nuestra redacción.

Si los títulos son importantes, las metadescription también lo son. Se pueden seguir exactamente las mismas recomendaciones estipuladas con anterioridad en el título, aunque se deben tener en cuenta los últimos cambios realizados por el buscador en los últimos meses.

En líneas generales, el límite que permitía Google para realizar descripciones eran los 156 caracteres. Si escribíamos más, automáticamente se cortaba como hemos explicado antes en los títulos. No obstante, al igual que hizo Twitter doblando el número de caracteres que permitía escribir por cada tweet en dicha red social, ahora podemos llegar a escribir hasta 320 caracteres.

Este cambio, por pequeño que parezca, provocó un enorme revuelo en las compañías. Obviamente, una descripción de 320 caracteres es mucho más fuerte que una de 156 porque se puede jugar con un mayor número de palabras clave relacionadas, además de escribir un mensaje más directo en función de lo que busque el público objetivo. Esto originó que muchos profesionales del marketing digital tuvieran que modificar muchas descripciones para adaptarse al mercado y no perder poder respecto a la competencia.

Finalmente, las URLs también deben ser tenidas en cuenta, y como ocurre con los títulos y las metadescription deberemos jugar con las palabras clave. En este sentido, esta URL https://elblogdealex.es/?p=1410 no ofrece ningún tipo de ayuda al posicionamiento. En cambio, si deseamos hacer un post relacionado con Facebook, una URL como esta sería mucho más amigable con Google: https://elblogdealex.es/como-crear-una-pagina-de-facebook/ Contiene palabras clave relacionadas con aquello que queremos buscar y, además, es más visible para el usuario.

Complementos al texto

Además de usar texto y palabras clave, también debemos hablar de las imágenes y de los vídeos. Las imágenes deben estar completamente optimizadas para que no perjudiquen a la velocidad de carga del sitio web. Por otro lado, también debemos fijarnos en la leyenda de la imagen y en su ALT. En ambos casos es conveniente situar las keywords para ayudar al posicionamiento web. No es fundamental, pero todo suma puntos. Cuantos más puntos sumemos, más sencillo resultará aparecer por encima de la competencia.

Los vídeos también pueden ayudar a mejorar el posicionamiento SEO. No olvidemos que YouTube forma parte de Google y, por tanto, utilizar sus vídeos implica puntos a favor. Es difícil porque son muchas cosas, pero cuantas más realicemos más sencillo será ocupar las primeras posiciones de búsqueda. Te animamos a mejorar tu sitio web. ¿Te animas?

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